9 Consejos imprescindibles antes de contratar la web de tu negocio
Estás pensando en hacer el gran paso y contratar una página web para tu negocio? Felicidades, es una decisión crucial! Pero antes de tirarte a la aventura, hay algunas cosas que tienes que saber.
Estás a punto de dar el paso. Has decidido que tu negocio necesita una web y tienes claro que no la harás tú mismo. Vas a contratar una empresa para que se encargue de todo. Antes que nada: buena decisión! Deja que te diga, hacer una web no es tan fácil como puede parecer, y confiar en profesionales te puede ahorrar muchos dolores de cabeza. Pero, antes de que te lances a hacerlo, déjame darte algunos consejos para que este viaje sea más cómodo y, si puede ser, sin sorpresas.
1. Saber qué quieres antes de pedirlo
Antes de ir a hablar con una empresa de diseño web, tómate el tiempo para pensar exactamente que quieres. No te tienes que convertir en un experto en webs, pero si tienes claro qué necesitas, será más fácil para la empresa entenderlo y darte lo que buscas. Tienes una tienda en línea? Un blog? Necesitas una página de servicios? Quieres un apartado para reservas? O quizás una página donde los gatos mencionen tu negocio? El cielo es el límite (y sí, algunos proyectos web pueden ser muy raros).
Haz una lista de funcionalidades y priorízalas. Así evitarás que te vendan cosas que no necesitas o que después falten aspectos esenciales. Con un borrador de tus necesidades, evitarás momentos de aquellos de: "Ah! Esto no te lo habíamos dicho!"
2. Haz los deberes: investiga la empresa!
Si contrataras alguien para hacerte una reforma a casa, seguramente no escogerías el primero que te sale en Google, verdad? Lo mismo pasa con las empresas que harán tu web. Revisa su portfoli, mira sus proyectos anteriores, lee las reseñas (y no solo las de su propia página web, porque casualmente, todas allí serán buenas...).
Una buena empresa tendrá referencias, proyectos visibles y, como mínimo, un cliente que esté dispuesto a hablar maravillas de ellos. Y si hay alguna crítica? Perfecto! Esto es lo más real, ninguna empresa es perfecta, pero sí que es importante ver como resuelven los problemas cuando surgen.
3. El precio no lo es todo, pero tiene su importancia
Aquí viene el tema delicado: el dinero. Sí, ya sé que quieres la mejor web del mundo mundial, pero también tienes un presupuesto, verdad? Bien, la clave aquí es encontrar el equilibrio. Si encuentras una empresa que te ofrece una web "super xula y con todas las funcionalidades" por 300 euros... corre, porque algo no va bien. Y si la oferta es demasiado buena para ser cierta, probablemente lo es.
Pero tampoco te dejes llevar solo por los precios altos. Una web muy cara no siempre quiere decir que sea mejor. Pregúntate qué incluye el precio: mantenimiento? Actualizaciones? Formación para gestionarla tú mismo? Aclarar todos estos puntos evitará que acaben cobrándote extra por cada detalle pequeño que quieras cambiar. Y sí, hay empresas que te cobrarán incluso para cambiar una coma!
4. El diseño importa, pero la funcionalidad todavía más
Es muy fácil dejarse llevar por webs espectaculares, con animaciones que parece que bailen y colores que te dejan ciego durante cinco minutos. Pero recuerda una cosa: el diseño es importante, pero la funcionalidad lo es todavía más. Qué utilidad tiene una web bonita si después tus clientes no pueden encontrar donde comprar tu producto o hacer una reserva?
Cuando hables con la empresa, asegúrate que están tan enfocados en la funcionalidad como en el diseño. La web tiene que ser fácil de utilizar, intuitiva y rápida. Ah! Y que no tarde una eternidad a cargar. Los usuarios de hoy en día tienen la paciencia de un niño de tres años con una piruleta.
5. Pide una web escalable
Piensa a largo plazo. Tu web no es una cosa que se hace una vez y se deja así por siempre jamás. Los negocios crecen, las necesidades cambian, y tu web tendría que ser capaz de crecer contigo. Esto quiere decir que tiene que ser fácil añadir nuevas funcionalidades, productos o servicios sin tener que rehacerlo todo.
Pregunta a la empresa como se puede actualizar o escalar tu web en el futuro. Es mucho más fácil planificarlo desde el principio que tener que empezar de cero cada vez que tienes una nueva idea o la empresa se expande.
6. SEO, la palabra mágica
Aquí llega una de las palabras de moda del mundo digital: SEO. Si tu web no aparece en Google, es cómo si no existiera. Por lo tanto, asegúrate que la empresa que contrates sabe cómo optimizar tu página para los motores de búsqueda.
No, no se trata solo de poner palabras clave a diestro y siniestro. El SEO implica tener una estructura muy hecha, un tiempo de carga rápido, imágenes optimizadas y, por supuesto, contenido de calidad. Si la empresa no te habla del SEO o, peor todavía, parece que no sepa mucho sobre el tema... mal. Porque sin SEO, tu web será como un barco sin motor: muy guapa, pero no llegará en ninguna parte.
7. Contenido, el grande olvidado
Hablando de contenido, recuerda que una web no es solo un diseño bonito. El texto, las imágenes, los videos... todo esto es el que hará que tus clientes se queden (o no). Muchas empresas de diseño web te pueden ofrecer ayuda con el contenido, pero si no lo hacen, asegúrate de tener claro quién se encargará de esto. Y, si lo haces tú, asegúrate que el contenido está optimizado para SEO y que habla directamente a tu público.
No te conformes con "Lorem ipsum" y fotos de stock que parece que las hayan hecho en el año 2000. El contenido es el alma de tu web!
8. Mantenimiento: la fiesta no se acaba aquí
Lanzar tu web no es el final de la historia, es solo el comienzo. Las webs necesitan mantenimiento. Esto quiere decir actualizaciones, seguridad y solucionar problemas que puedan surgir (porque sí, surgirán). Pregunta a la empresa si ofrecen planes de mantenimiento y que incluyen. No querrás que tu web esté abandonada y se convierta en tierra de piratas informáticos.
Un buen mantenimiento te puede ahorrar muchos dolores de cabeza y, de paso, te garantizará que tu web funcione bien durante mucho de tiempo. Así que, no te olvides!
9. Comunicación, comunicación, comunicación
Finalmente, una cosa que no se puede subestimar: la comunicación con la empresa. No hay nada más frustrante que contratar alguien que no responde a tus correos o que no te informa de cómo van los adelantos del proyecto. Asegúrate que la empresa sea clara, abierta y rápida a la hora de comunicarse contigo.
Establece unas expectativas claras desde el principio sobre cómo y cuando te informarán. No hay nada peor que sentirte cómo si estuvieras hablando con una pared.
Conclusión
Contratar una empresa para hacer la web de tu negocio es un gran paso, pero no tiene que ser una fuente de dolores de cabeza si sigues estos consejos. Ten claro qué quieres, investiga, no te obsesiones con el precio, y asegúrate que la web funcione todo lo bien que se ve. Al fin y al cabo, una web es tu cara en el mundo digital, así que merece la pena hacerlo bien desde el principio.
Y, recuerda: tu cuñado seguramente es muy bueno en muchas cosas, pero quizás esto de hacer webs no es su fuerte... o sí? Mejor no arriesgarse!
Ahora que ya lo sabes todo... por qué no lo hacemos fácil?
Después de tanta información, es posible que tengas la cabeza dando vueltas. Aquí es donde entro yo! Si quieres ahorrarte dolores de cabeza, más de una noche en vela y unas cuántas llamadas frustrantes, puedes dejarme a mí la parte complicada. Crearé una web que hable por ti y que haga lucir tu negocio.